miércoles, 26 de junio de 2013

Latinos y el Alzheimer

La investigación científica sobre el Alzheimer ya está dando resultados sobre el impacto de la enfermedad entre los hispanos/latinos. Según el informe 2010 de la Alzheimer’s Association, el riesgo de desarrollar el Alzheimer en los hispanos es 1,5 veces mayor que en los norteamericanos blancos no hispanos.

Hechos y Estadísticas sobre la Enfermedad de Alzheimer
  • Aunque hay una tasa mayor de hispanos/latinos que blancos no hispanos en los Estados Unidos que padecen del Alzheimer, hay menor probabilidad de que el hispano/latino tenga una diagnosis específica.

  • Los hispanos/latinos enfrentan mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia porque están viviendo a una edad más prolongada (como toda la población de los Estados Unidos) pero a la vez tienen índices más altos de problemas cardiovasculares.

  • Los factores de riesgo de la enfermedad vascular (mayormente la diabetes, la presión alta y el colesterol alto) también pueden ser factores de riesgo para el desarrollo del Alzheimer y la demencia causada por los derrames cerebrales.

  • Los hispanos son el grupo étnico más creciente en los Estados Unidos. Durante la primera mitad del siglo 21 el número de ancianos hispanos que sufren del Alzheimer u otro tipo de demencia puede incrementarse hasta seis veces, de menos de 200.000 personas afectadas actualmente hasta 1,3 millones para el año 2050.

  • Para el año 2050, la expectativa de vida de los latinos sobrepasará la de todos los otros grupos étnicos en los Estados Unidos, llegando a los 87 años de edad.

martes, 18 de junio de 2013

Infografía del Alzheimer

El Alzheimer es uno de los tipos de demencia más representativos en el mundo y su crueldad para quien lo padece es llevarlo a otro mundo, al del olvido. Los avances médicos aunque indican cómo se origina aún no llegan a su cura, solo a ciertas recomendaciones para reducir los riesgos de padecerlo.

Algunos aspectos de esta enfermedad en la siguiente infografía:




sábado, 15 de junio de 2013

Las 3 fases de la enfermedad de Alzheimer


1. Fase Ligera

– Memoria
El enfermo olvida sus citas, las llamadas telefónicas, el nombre de las personas (relaciones o amigos), los objetos familiares. Tiene dificultades para seguir una conversación, se equivoca en sus cuentas, no paga las facturas.

– Comportamiento
Está sujeto a bruscos cambios de humor. Monta en cólera cuando se percata de que ha perdido el control sobre los elementos que le rodean. Tiene tendencia a aislarse en un entorno familiar que conoce bien: sale menos y no quiere ver a sus amigos.

– Lenguaje y comprensión
Aunque el enfermo continúe razonando y comunicándose bien con los otros, tiene, sin embargo, problemas para encontrar las palabras precisas; sus frases son más cortas; mezcla ideas que no tienen relación directa entre sí.

– Coordinación de gestos espontáneos y movimientos corporales
En esta fase, el enfermo todavía está bien. No se pierde y aún puede conducir, se viste solo y come bien.

– Actividades de la vida diaria
Es capaz de realizarlas sin demasiados problemas, incluso sus actividades profesionales. De hecho, todavía no está afectado más que por pérdida de memoria.


2. Fase Moderada

– Memoria
La memoria se altera progresivamente.El enfermo olvida los sucesos recientes. No se acuerda de lo que acaba de comer; acusa a sus amigos de abandonarlo porque no vienen a visitarlo. No puede asimilar o comprender los hechos nuevos: un matrimonio o el fallecimiento de un pariente. Sin embargo, el recuerdo de hechos lejanos persiste aunque los sitúe mal en el tiempo en que transcurrieron: el enfermo pide noticias de su madre fallecida recientemente o menciona a personas a las que no ha visto desde hace años.

– Comportamiento
Este es el momento de las reacciones agresivas, desproporcionadas respecto al motivo que las ha desencadenado. Puede acusarle a Vd. de robarle si no encuentra su monedero; grita e incluso se vuelve agresivo si se insiste para que se bañe. Cuanto más depende de otros más se irrita. Su fatiga aumenta y no hace nada sin que se le estimule.Experimenta miedos injustificados; un ruido, una cortina que se mueve o una luz pueden desencadenarlos.Camina durante horas de un lado a otro. Se levanta durante la noche y prepara su maleta para volver a casa

– Lenguaje y comprensión
El conjunto de la comunicación con los demás se hace más difícil: habla menos, su vocabulario se empobrece, repite siempre las mismas palabras o las mismas frases durante horas. Cuando responde a las preguntas lo hace lentamente, buscando las palabras; no acaba las frases.

– Coordinación de gestos
Sus gestos son imprecisos: se abrocha mal los botones, sostiene mal su tenedor o su cuchillo. Pierde el equilibrio. Se golpea con facilidad y las caídas son frecuentes. Se mueve lentamente y necesita que lo ayuden para ir a su habitación o al baño. Pueden aparecer movimientos anormales como temblores, contracturas musculares o convulsiones.

– Actividades de la vida diaria
Su creciente confusión hace que le resulte cada vez más difícil enfrentarse a la vida diaria. No es capaz de elegir entre sus ropas, pues se viste sin importarle como, y sin tener en cuenta la estación o los convencionalismos sociales; entre los platos que ponen en la mesa; entre las etapas habituales de su baño o ducha: ¿cuándo quitarse la ropa?,¿cuándo enjabonarse?, ¿cuándo secarse?

Por otro lado pierde su autonomía ya que no puede conducir, ni viajar en metro o en autobús sin compañía. Se pierde incluso en un trayecto que le es familiar.

Puede dedicarse a actividades peligrosas para si mismo y para los demás como abrir la llave del gas sin encenderlo, u olvidar su cigarrillo y prender fuego por accidente.

Es decir, el enfermo ha de ser vigilado las 24 horas del día, lo que significa que sus familiares deben prestarle atención constante.


3. Fase Severa

– Memoria
El enfermo olvida los hechos recientes y pasados. No reconoce a su cónyuge o a sus hijos. Sin embargo, conserva la memoria emocional. Se da cuenta de la persona que le cuida, le ayuda y le quiere. Este hecho debe estar siempre presente en la mente de quien se ocupa de él.

– Comportamiento
Su humor es imprevisible: grita, llora, se agita. No reacciona coherentemente ante una situación, ni comprende una explicación.

– Lenguaje y comprensión
El enfermo balbucea, repite palabras sin pies ni cabeza, y solo utiliza correctamente algunas palabras concretas. No comprende lo que se le dice.

– Coordinación de los gestos
No controla sus gestos. No sabe levantarse, sentarse o andar. Le cuesta trabajo tragar. No controla los esfínteres y aparece incontinencia.

– Actividades de la vida diaria
Han desaparecido totalmente. Con gran frecuencia permanece en la cama, lo que conduce a la aparición de llagas en los puntos de presión e infecciones respiratorias.

La muerte sobreviene generalmente debido a una enfermedad asociada (cáncer, accidente cardíaco o vascular cerebral), a veces como consecuencia de permanecer encamado (infecciones de las llagas, infecciones respiratorias y o urinarias…).

Fuente: alzfae.org

miércoles, 5 de junio de 2013

¿Cómo afecta el Alzheimer al cerebro?

La enfermedad produce una atrofia cerebral progresiva que afecta a todas las partes del cerebro. Cuando se hacen estudios en pacientes que han fallecido y tenían el diagnóstico de mal de Alzheimer se ve que el cerebro está disminuido de peso y de volumen. Las neuronas se van destruyendo por la aparición de depósitos insolubles extracelulares (alrededor de las neuronas), cuyo elemento fundamental es una proteína llamadabeta-amiloide (placas seniles y placas neuríticas) y depósitos intracelulares (dentro de las propias neuronas). Estos depósitos dan lugar a una degeneración neurofibrilar, cuyo principal componente es una proteína denominada tau.


Desde el punto de vista bioquímico, la enfermedad de Alzheimer se asocia a una disminución de los niveles cerebrales de acetilcolina (una sustancia química que existe en el cerebro y que trabaja enviando señales de una neurona a otra, este neurotransmisor es fundamental para aprender y memorizar). La falta de esta sustancia reduce los estímulos que tienen que pasar de una célula a otra, base del funcionamiento de los circuitos neuronales que nos permiten fijar recuerdos, aprender nuevas cosas y evocarlas, así como llevar a cabo otras actividades intelectuales.La presencia de acúmulos de proteínas (neurofibrillas) en las neuronas es el hallazgo anatomopatológico característico de esta enfermedad y se considera un marcador de la misma. Sin embargo, se desconoce el papel exacto que tienen estas estructuras a la hora del desarrollo de la enfermedad, cuál es la causa de su aparición y por qué algunos pacientes ancianos tienen neurofibrillas y no desarrollan síntomas mientras otros pacientes si que desarrollan la enfermedad.


Pero ¿qué desencadena la enfermedad? Existen muchas teorías que pretender explicar la aparición del Alzheimer. Algunos autores creen que podría haber causas tóxicas que hagan que las neuronas se vayan degenerando y se acumulen proteínas en el cerebro. Otros piensan que puede ser una infección la que produce las alteraciones neurofibrilares y la muerte neuronal. Por último, para muchos autores la causa de la enfermedad es genética, bien por herencia familiar o bien por mutaciones que aparecen en individuos sin antecedentes de esta enfermedad. Los traumatismos, las reacciones autoinmunes (el organismo no reconoce células propias y las ataca) también han sido consideradas como posibles desencadenantes. Ninguna de las teorías excluye por completo a las otras, y ninguna se considera todavía como definitiva.